Entrevista a Maria Coviello (primera parte), dibujante dedicada a la escucha de los niños

Me hace mucha ilusión empezar mi  trabajo de corresponsal de Creciendo Con Eco, desde Italia, entrevistando a Maria Coviello, Pisana, ilustradora, profesora de dibujo y arteterapéuta. Todavía recuerdo cuando hace unos años en la presentación de uno de sus cursos de dibujo para niños se dirigió a los padres animándoles a escuchar a los dibujos de sus hijos, en lugar de juzgarlos, intentar corregirlos o mejorarlos.

Desde Creciendo Con Eco, no podíamos perder esta oportunidad de conversar con ella para compartirlo con vosotros.

5157 copia

Maria Coviello en su trabajo creativo. (Fotografía tomada por Estéban Puzzuoli)

Maria Coviello es diplomada en dibujo por la Scuola Internazionale di Comics de Firenze. Es ilustradora de libros para niños y adolescentes de carácter histórico, educativo y turístico; profesora de dibujo para niños, adolescentes y adultos; acuarelista y arteterapéuta. Si queréis más informaciones sobres las diferentes actividades desarrolladas por Maria podéis consultar su página web.

A continuación la primera parte de la entrevista que mantuvimos con ella.

Con esta nueva profesión he descubierto cuánto la pintura, el dibujo o la creación de arte en general sirven para que las personas adquieran una mayor conciencia de sí mismas y consigan un mayor bienestar a través de la creación de un canal directo (mucho más profundo) con su propio yo.

Usted es dibujante infantil, da clases de dibujo para niños, adolescentes y adultos y también realiza arteterapia. ¿Puede hablarnos un poco de su trabajo?

Mi trabajo me gusta porque es heterogéneo y me permite mirar hacia diferentes ámbitos. Me gusta mucho ver a las personas que aprenden a dibujar bajo mi guía, aunque, en realidad, las personas aprenden a dibujar porque tienen confianza en ellas mismas. Ésta es la clave. Dar más confianza a las personas que están bloqueadas, quizá porque en el colegio les habían dicho que no eran buenas y, desde entonces, ya no habían dibujado. Me llena de satisfacción ver que una persona empieza a dibujar sólo por el hecho de que se le de un espacio donde expresarse libremente.

Me gusta mucho ver a las personas, niños y adultos, dibujar cualquier cosa, lo hagan de una manera u otra. Los niños no dejan nunca de sorprenderme con lo que consiguen traer fuera de su mundo interior, aunque a veces se necesita mucha energía para mantener cierto orden al trabajar con ellos. Trabajar con los adultos, quizá sea más tranquilo porque son más educados, sin embargo, es más difícil porque están más bloqueados.

Gracias a los talleres de dibujo tomé la decisión de emprender el camino de arteterapeuta. Con esta nueva profesión he descubierto cuánto la pintura, el dibujo o la creación de arte en general sirven para que las personas adquieran una mayor conciencia de sí mismas y consigan un mayor bienestar a través de la creación de un canal directo (mucho más profundo) con su propio yo. Este camino primero lo he hecho para mí misma y ahora he empezado a hacerlo con adultos y niños.

Otra parte de mi trabajo es ilustrar libros para niños. La Ilustración artística es la profesión con la que más tiempo me he identificado y es indispensable para ser profesora de dibujo. No podría enseñar si no practicara yo misma el dibujo y la pintura. Si no encontrara dificultades dibujando, no podría enseñar a las personas a superar sus propias dificultades. Si no descubriera cosas nuevas en la técnica no podrías mostrar a mis alumnos la belleza del descubrimiento. Pienso que una persona podría ser ilustrador sin enseñar a serlo pero no al revés.

Le_Onde copia

Ilustración de Maria Coviello

Los niños comunican a través de los dibujos y de hecho todos los dibujos son comunicativos. Los niños no suelen tener muchos filtros y cuando se ponen a dibujar siempre quieren contar algo aunque sea de una manera inconsciente.

Sus dibujos son de una imaginación impresionante, ¿cree que su creatividad bebe de la niña que fue en su pasado? ¿Cree que su infancia fue importante en el trabajo que realiza hoy?

Esta pregunta me gusta mucho porque pienso que es fundamental la niña que fui y que todavía soy para mi profesión. Yo nunca he dejado de ser niña, lo cual, aunque en algunos casos puede ser negativo, es muy importante para ejercer mi profesión porque me permite acceder directamente a todos los tesoros que descubrí cuando era pequeña. Siempre he tenido una gran imaginación, para mí es algo natural. Eso es positivo y negativo al mismo tiempo porque, aunque sea muy útil para dibujar, crear y hacer proyectos, también es algo difícil de administrar porque te puede llevar a imaginar cosas que no se pueden realizar.

¿Piensa que los niños comunican lo que sienten a través del dibujo? ¿Hay algún dibujo de algún niño que recuerde en concreto que le haya impresionado y que nos pueda contar?

Sí, totalmente. Los niños comunican a través de los dibujos y de hecho todos los dibujos son comunicativos. Los niños no suelen tener muchos filtros y cuando se ponen a dibujar siempre quieren contar algo aunque sea de una manera inconsciente.

Hay muchos dibujos que me han impresionado. El primero que me viene a la cabeza es muy simple: es de una niña de seis años que siempre dibujaba brujitas, mujercitas o sujetos predeterminados. Un día dibujó una puesta de sol, algo muy extraño para ella… No era una puesta de sol muy común, había dibujado un círculo en el centro del papel y alrededor era todo color. Yo veía esta niña que pintaba como si fuera en trance, completamente sumergida en lo que estaba haciendo. Es bastante probable que tuviera un evento psíquico.

A través de un dibujo se puede ver la naturaleza de un niño, sus emociones y quién es.

¿Qué valor tienen los dibujos que inventan los niños?

Sin exagerar pienso que los dibujos son la expresión más profunda del ánimo de un niño. Eso no pasa cuando los niños quieren demostrar su habilidad, pero si son libres, los dibujos adquieren un valor enorme. A través de un dibujo se puede ver la naturaleza de un niño, sus emociones y quién es.

Los padres deberían escuchar los dibujos de los niños y no juzgarlos, intentar de corregirlos o mejorarlos.

¿Los adultos cómo deberían mirar los dibujos que hacen los niños?

Como no suelen mirarlos. Quizás sea demasiado severa pero pienso que deberían mirarlos como si ellos mismos fueran niños, lo cual implica no pensar si están bien o mal hechos o si tienen una estética aceptable. Los padres deberían escuchar a los dibujos de los niños y no juzgarlos, intentar de corregirlos o mejorarlos.

Muchas veces cuando los padres vienen a recoger a sus hijos y ven los dibujos que han hecho les dicen: tú puedes hacerlo mejor. Yo, al escuchar estas frases, siento un profundo sufrimiento porque no tiene sentido… Tiene sentido corregir una operación de matemática equivocada, pero no un dibujo. Un dibujo tendría que ser observado de una manera completamente abierta, aceptando cualquier cosa esté allí representada y de cualquier manera esté dibujada. Hoy en día es muy difícil encontrar esta aptitud en los padres, quizá porque tampoco con ellos se portaron así.

Entonces no cree en la existencia de dibujos buenos y malos.

¡Claro que no! A los niños y a los adultos también les digo que los dibujos malos son aquellos hechos sin mimo… sin alma. Cuando se hacen las cosas sólo por hacer, es mejor no hacer nada. Hay que cuidar de nosotros mismos, cuidar de nuestros dibujos y procurar de no arrugarlos o rasgarlos. El cariño a la hora de hacer las cosas marca la diferencia entre lo bueno y lo malo.

DSC06100 copia

Niño dibujando en la escuela de María Coviello

¿Qué diferencias encuentra entre el dibujo de los adultos y los niños?

Muchas veces no hay diferencias, pero lo más sobresaliente es lo que hablábamos antes: la reducción de los filtros. Los niños están menos obsesionados que los adultos con respeto a hacer un dibujo proporcionado y correcto desde el punto de vista de la estética. Los adultos tienen más barreras y sienten vergüenza al mostrar sus dibujos pensando que podrán ser criticados si no están bien hechos, mientras que los niños no suelen tener mucha vergüenza. Quizá los adultos sean más disciplinados de cara a mejorar su técnica. Aunque… si lo pensamos bien, esto no es así: hoy en día ya nadie tiene paciencia. Hay poca paciencia tanto en los niños como en los adultos.

Cuando era pequeña, iba a clases de dibujo en vivo con la técnica de claro oscuro, dibujaba continuamente manzanas y naranjas. Hoy en día, si lo propongo a mis alumnos ¡me tirarían encima las manzanas y las naranjas! No tienen ganas porque es un trabajo que requiere mucha paciencia. Hablando en general, a día de hoy todos quieren alcanzar los resultados de inmediato y hacer siempre cosas diferentes.

Quizás los tiempos hayan cambiado o aquello era un método demasiado académico. Entonces, hoy, si una persona quiere mejorar su técnica, se inscribe en una escuela de arte (y no a un curso breve de dibujo) donde espera alcanzar los resultados con más rapidez. Yo intento adaptarme buscando el justo equilibrio.

¿Puede hablarnos un poco sobre su experiencia en Arteterapia?

Mi experiencia como arteterapeuta es muy limitada porque me dedico a esta profesión desde hace muy poco tiempo. Se limita a un recorrido de un año con un grupo de adultos (sin patología) y en colegios con niños que tienen trastornos. Éste es el espacio en el que me he movido por ahora. La experiencia con los niños ha sido muy fuerte, muy profunda y muy fatigante. Me he fatigado por aplicar un método nuevo (para mí) fundado en la libertad total de expresión. La fatiga también ha venido por tratar exclusivamente con niños patológicos. Primero ha sido difícil contenerlos porque estaban muy inquietos, pero también por el esfuerzo necesario para lograr entenderlos, escucharlos y ser adecuada a su manera de expresarse. Superadas estas primeras dificultades ha sido una experiencia muy enriquecedora y positiva.

Con los adultos es demasiado pronto para decir algo. Intento aprovechar mi experiencia como profesora de dibujo, de mi natural inclinación a la escucha y de lo que he aprendido en arteterapia, pero todavía estoy empezando.

Hoy los niños están inundados por instrucciones y regañinas por parte de los padres, de los profesores o de los educadores mientras que yo siento que, en ese sentido, se necesita silencio.

¿Qué importancia le concede al lenguaje no verbal en la comunicación con los niños?

Tiene una importancia fundamental. Hoy los niños están inundados por instrucciones y regañinas por parte de los padres, de los profesores o de los educadores mientras que yo siento que, en ese sentido, se necesita silencio. Ellos mismos tienen dificultad de generarlo porque no lo conocen. Yo creo que no he logrado nunca que los niños permanezcan un minuto en silencio. También cuando jugamos al juego del silencio, les resulta muy difícil. No obstante, pienso que es muy importante el sólo hecho de proponerlo y decirles que existe un espacio silencioso, sin música, sin ruido y sin palabras.

El lenguaje corporal es muy importante también. Muchas veces, el mero hecho de posar la mano sobre los hombros de un niño podría resultar más valioso para tranquilizarle y darle confianza que realizar un largo discurso… Mirarle a los ojos, estar callado pero al mismo tiempo escucharle y dedicarle toda tu atención o devolverle un abrazo son todas maneras de comunicar que ayudan en la creación del contacto, de la familiaridad y de la confianza entre el niño y el adulto.

Cover_Pisa copia

 

 

Entrevista realizada por Federico Bini

Anuncio publicitario

2 comentarios en “Entrevista a Maria Coviello (primera parte), dibujante dedicada a la escucha de los niños

  1. Pingback: Entrevista con Maria Coviello, una vida entre colores, dibujos, arteterapia, libros, música y niños | Creciendo con eco

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s